El economista Emmanuel Álvarez Agis ofreció un diagnóstico crudo sobre los límites del plan de Javier Milei, la presión tributaria y los desafíos de cara a 2025. Según Álvarez Agis, la "motosierra" llegó a su tope físico. Al analizar el cuadro fiscal, fue categórico. “Hoy ya no hay más margen para ajustar. Estamos con obra pública cero, ahí no se puede recortar más”, advirtió.

El especialista sustentó su visión con cifras, al decir que el presupuesto universitario se redujo a la mitad, los salarios cayeron un 35% y las jubilaciones, pese a una leve recuperación, siguen 10 puntos abajo. "¿Dónde más ajustás?", se preguntó.

La trampa de la informalidad

Sobre el debate tributario, Álvarez Agis planteó que "se deben bajar impuestos para gatillar el crecimiento" y no al revés. Sin embargo, alertó sobre la encerrona fiscal. “El 50% que pagamos impuestos soportamos una presión enorme porque el otro 50% no paga nada”, afirmó.

Graficó la situación con el sector gastronómico. “Si un restaurante factura todo en blanco, paga el 35% de Ganancias. Es una locura. Debería pagar un 12%, mientras que una multinacional debería tributar 25%”. No obstante, aclaró que una rebaja abrupta sin respaldo provocaría un colapso. “Si bajás impuestos sin cuidado, al otro día te explota el riesgo país. Hay límites reales, no ideológicos”, señaló.

La metáfora del "guardavidas" y el programa económico

Uno de los momentos más destacados fue su análisis sobre la sostenibilidad del plan actual. Álvarez Agis comparó la economía con un bañista imprudente. “El plan se metió al mar con bandera roja y se empezó a ahogar. A Dios gracias llegó un guardavidas llamado Scott Bessent, lo sacó y evitó la catástrofe”, dijo.

Según su visión, el hecho de necesitar un "rescate" externo revela que el programa era inconsistente desde el origen, aunque reconoció que este auxilio le da al Gobierno una oportunidad de reconfigurar su estrategia.

Consejos al Gobierno y pronósticos

De cara al futuro, recomendó a Milei no cometer los errores de Cristina Kirchner (2011) o de Mauricio Macri (2017) de usar el capital político solo para dar buenas noticias. “El apoyo de las urnas hay que usarlo para hacer cosas desagradables, como acumular reservas, lo que implica un dólar más alto y algo más de inflación”, sugirió.

Finalmente, al ser consultado sobre la promesa presidencial de llegar a una inflación cero a mediados del año próximo, su respuesta fue tajante: “No. No la veo”.